Mantenimiento preventivo

Hoy en día, la gran mayoría de empresas dependen de equipos informáticos, los cuales resultan imprescindibles para garantizar la productividad y eficiencia en el negocio. Prácticamente, cualquier empresa dedicada al sector servicios no sobreviviría mucho tiempo sin estos equipos.

Por este motivo, la revisión, mantenimiento y actualización de sistemas como las impresoras resultan clave para evitar la obsolescencia. Prestar la debida y correcta atención al cuidado de nuestros equipos es esencial.

En el artículo de hoy, desde Ofimática Samuel Zaragoza, destacamos la importancia del mantenimiento preventivo para evitar averías. Te explicamos qué es, cuáles son sus ventajas, qué lo diferencia del mantenimiento reactivo y el método para aplicarlo.

Mantenimiento preventivo: qué significa

El mantenimiento preventivo está destinado a la conservación de equipos mediante la realización de revisión y limpieza que garanticen su buen funcionamiento. Así, se evitan fallas en los sistemas, se prolonga su vida útil, se invierte en mejoras y se consigue mayor eficiencia para las empresas.

5 ventajas del mantenimiento preventivo

  1. Mejora de la seguridad: se reduce el riesgo de sufrir virus o ciberataques y se evitan pérdidas de información como datos, facturaciones, información comercial…
  2. Mejora del funcionamiento de los equipos: se prolonga la vida útil de los mismos e impulsa su productividad.
  3. Actualización al día: permite mantenerse al día con las actualizaciones y los cuidados necesarios, protegiendo al equipo del desfase informático.
  4. Reducción del tiempo de inactividad no planificado: al actualizar los equipos en etapas tempranas de su ciclo de vida, las operaciones se mantienen activas constantemente.
  5. Ahorro de costes: al prevenir un mantenimiento posterior y repentino, posibles arreglos o alguna sustitución, se reducen los costes a largo plazo.

Mantenimiento preventivo vs mantenimiento reactivo

El tiempo es un factor que diferencia el mantenimiento preventivo del reactivo. Mientras el preventivo se anticipa a fallos en el equipo y toma medidas correctivas previas a estos, el reactivo se aplica una vez el equipo deja de funcionar.

Pese a que ambos son efectivos, el mantenimiento reactivo supone costes superiores, lo que convierte al mantenimiento preventivo como el mejor aliado para las empresas.

El método correcto para realizar un mantenimiento preventivo

  1. Fijar las metas a conseguir, definiendo los objetivos que se persiguen.
  2. Identificar todos los recursos y equipos disponibles, realizando un inventario de equipos.
  3. Priorizar las tareas de mantenimiento, identificando cuáles requieren mayor atención.
  4. Implementar un buen sistema de seguimiento, utilizando métricas y KPI.
  5. Desarrollar un sistema dinámico de mejora continua, optimizando y evolucionando.

Conclusión

En un mundo de cambios constantes e imprevisibles, la capacidad de anticiparse marca la diferencia: mejores resultados, ventaja competitiva, eficiencia superior, etc. Por esto, mantener tus equipos actualizados y protegidos a tiempo resulta crucial. El mantenimiento preventivo se presenta como el mejor aliado para evitar averías en la oficina y facilitar las tareas sin preocupaciones.

Ofimática Samuel Zaragoza se preocupa por proporcionar los mejores equipos y asegurar su máxima eficiencia y productividad. Si buscas soluciones que garanticen buenos resultados y estén preparados ante posibles cambios, no dudes en contactar con nosotros para aconsejarte sobre las mejores opciones.